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Segunda ronda por Santiago de Chile

Día 1 en Santiago 

Después de una breve e intensa estadía por Valparaíso, llegué pasadas las 8:30 pm de la noche del lunes. Luego de varios intentos con el teléfono público, Ivonne se hizo presente. Se presentó con una sonrisa de oreja a oreja y poco después abandonamos la estación de metro Universidad Católica, y caminamos a lo largo de Av. Portugal hablando de cómo había estado mi viaje. Ivonne me contó sobre sus divertidas anécdotas en México mientras comíamos unas pizzas. Poco después armamos el colchón inflable y con una película sobre la vida de Marilyn, cedí al mundo onírico. 

Día 2

Desperté la mañana del martes exhausta, pero después de desayunar, no hubo de otra y me obligue a salir del apartamento. Por cierto, ¿mencioné que mi Couch vive en un hotel? Todavía ni yo me lo creo.

Casa de la Moneda 

Mi primera parada es en la famosa Casa de la Moneda. Ésta a su vez está rodeada por vallas y bajo el cuidado atento de los Caravineros. Dentro de éste edificio, más específicamente en el subsuelo, funciona un centro cultural. Mi parada siguiente es la Plaza de Armas. Es un mundo de gente. Todas las razas se reúnen en ese mismo lugar. Artistas callejeros, restaurantes, palomas y adolescentes bailando en círculos, me reciben en ésta tarde nublada. 

Negocio de insumos marihuaneros. Lo peculiar del asunto es que se supone que es legal que los consumidores tengan planta propia y consuman en su casa, pero si fuman en la vía pública es ilegal. 

Ya en la noche, Ivonne llega con toda esa alegría que la caracteriza, y nos vamos a comer Comida Peruana. Si bien comer afuera sale un ojo de la cara, experimentar la gastronomía peruana, es una de esas cosas que uno debería de hacer al menos una vez en la vida.

Mi Couch Ivonne y yo.

Durante la cena se nos une Mario, el amigo de toda la vida de Ivonne, y nuestras charlas pasan de hablar sobre los modismos chilenos, a hablar sobre la Marihuana, dado que me llamaron la atención los negocios que venden las semillas y demás insumos para cosecharla y que a pesar de que es legal, siga siendo una droga ilegal ¿Comprenden la redundancia? Más tarde volvemos al hotel y ésta vez Ivonne nos lleva a conocer la pileta, gimnasio y terraza. La vista es increíble. Reímos y hablamos. Las anécdotas y coincidencias se amontonan y nuestra alegría viaja en el aire.

 La galleta sabe: así se decidió éste viaje, rápidamente. 

Día 3

Ivonne me recomienda salir a caminar con un Couch por la ciudad. Si bien arreglamos horario y lugar, el Couch nunca llega (al menos no mientras lo esperé). Allí mismo, en el Centro Gabriela Mistral, comienzo a caminar viendo los puestos callejeros que venden antigüedades, y mucho más al fondo, una estrecha callejuela me llama a recorrerla. Estoy en el lugar correcto, Bellas Artes.



La arquitectura es preciosa. Bares, personas hablando en otros idiomas. Más artistas. Sigo caminando hasta toparme con el Cerro Santa Lucía. Busco algo para comer, pero todo termina siendo caro. Más tarde tomo el metro con destino a Escuela Militar. Ya allí camino sobre la Av. Apoquindo y en Omniun averiguo el precio de transfer para el centro de ski El Colorado. Sigo viaje y camino, un poco improvisando, otro poco no. Llego hasta Las Condes. Edificios de diseño, vidrios y formas geométricas se imponen entre avenidas y barrios residenciales.


Por la noche Mario viene por Ivonne y por mi y salimos en busca de un restaurante para cenar. Reímos y comemos a viva voz. Es una noche genial.

Día 4

La alarma suena 5:05 am. No me levanto, hace frío. 5:30 am suena nuevamente, ésta vez es la de Ivonne. No hay de otra, hay que comenzar el día. Mientras doblo las sábanas y dejo el colchón inflable en el lugar, Ivonne prepara el desayuno: café con huevos revueltos y pan. Es nuestro primer y último desayuno.  Me despido con un abrazo agradeciendole tan linda estadía, y 6:17 am camino las seis cuadras que me distancian de la estación de metro de Universidad Católica. 6:34 am estoy en viaje y diez minutos más tarde estoy descendiendo en la estación Escuela Militar. Camino las cinco cuadras que me separan de Omniun y ya allí me dirijo a la oficina del Centro de Ski El Colorado. Me indican que el personal sube más tarde dando prioridad a quienes van exclusivamente a esquiar. A mi lado se sienta un chico con un termo; compatriota mío, pienso. Poco después nos indican que ya podemos pagar el viaje por una dolorosa suma de $8000 chilenos  (U$D 18.52), sólo de ida y más adelante comenzamos a subir al transfer. Al principio somos tres, nos presentamos: Leandro de Argentina y Richard de Chile, ambos vienen de trabajar temporada. Luego se va sumando más gente.

7:57 am partimos con destino al Centro de Ski de El Colorado, el cual será mi hogar y lugar de trabajo por los próximos tres meses. Me siento en paz, me siento bien. ¡Adiós Mendoza! ¡Adiós Valparaíso!¡Adiós Santiago! ...

Pasarela que comunica a los aparts - Apart Hotel El Colorado 

Llegamos al hotel cerca de las 10 am. Así como llego comienzo a trabajar junto con Luz (chilena). Ella me enseña la bodega, los aparts y más adelante las cabañas. Afuera nieva, provocando que las montañas sean opacadas por una bruma blanca. Luz y yo caemos en la nieve y nos reímos al unísono, se suponía que las botas para caminar en la nieve eran seguras.

La apertura oficial del hotel comienza mañana. Todavía hay mucho por vivenciar ... Tres largos meses por delante ...

30/06/17 Anochece en El Colorado 


***Observaciones a tener en cuenta ***

Baños públicos: tienen un costo de $500 pesos chilenos  (U$D  1.16)
Comida rápida: $1200 /$1500 pesos chilenos en promedio (U$D 2.78/ U $D 3,47 ). 
Pasaje desde Valparaíso a Estación Pajarito - Santiago de Chile: $1800 chilenos (U$D 4.16).  
Metro: es lo más caro en transporte  $740 en Hora Punta y $700 en Hora Valle.

Después de haber pasado más de 24hs, puedo asegurarles que el costo de vida es alto. Hay productos que están igual o más caros que en Argentina. Lo que si es barato son los buses de distancias medias - largas.


***

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